dissabte, 18 de setembre del 2010
"¿Dónde está mi límite? No sé: ¡yo me niego a ponérmelo!" Josef Ajram
Tengo 32 años. Nací y vivo en Barcelona. Soy "day-trader", especulador en bolsa. Estoy separado y tengo una hija, Morgana (7 meses). Soy de derechas, pero no de Rajoy. No me planteo la cuestión religiosa. He hecho cinco pruebas Ironman y tres Ultraman, y voy a por la cuarta
VÍCTOR-M. AMELA
Estoy ante un ultraman?
¡Tres veces ultraman, ja, ja...!
¿Qué es Ultraman?
Una prueba atlética extrema. Se convoca anualmente, y sólo concurren 35 personas cada vez. Me estrené en el 2007, y fui el primer español en participar.
¿En qué consiste la prueba?
Dura tres días: el primer día, nadamos 10 kilómetros seguidos en el mar y, al salir del agua, corremos 145 kilómetros en bicicleta. Ya estoy muerto... El segundo día recorremos 276 kilómetros en bicicleta: ¡la bici es mi punto fuerte, mi parte favorita! Y el tercer día corremos dos maratones, o sea, 84 kilómetros seguidos.
¿Y cómo acaba usted?
Acabo. ¡Y eso es lo que me importa! Terminar es mi aspiración, y esa es la clave. No me apetece competir contra un cronómetro ni contra otros deportistas...
¿Por qué hace usted estas cosas?
¡Por el reto! Siempre me gustó el deporte..., y me encanta explorar mis límites.
¿Y ya sabe dónde están sus límites?
Lo llevo tatuado en el pecho, mire: "No sé dónde está el límite. Sí sé dónde no está".
Explíquelo.
Sólo planeo objetivos a corto plazo. Y en cuanto he alcanzado un objetivo..., me planteo el siguiente. Vivo el carpe diem: "mañana" es para mí un largo plazo. En bolsa soy day-trader, es decir, especulador de un día: afronto objetivos para ese día, ¡y nada más! ¡Mañana puedes estar muerto...!
¿Es igual en el deporte que en la bolsa?
Sí, es lo mismo como atleta que como bróker: siempre hay algún objetivo que superar, algún límite que explorar. Y una vez superado, ¡hay otro! La vida tiene fecha de caducidad..., pero lo peor es creer que no te queda ya nada por descubrir.
¿Qué momento ha sido el más duro en esas competiciones tan extremas?
Los últimos kilómetros de mi primer Ironman, en el 2004, con aquel calor, aquella humedad... Casi me arrastraba, y lloraba, destrozado. Oí a un asistente gritar: "¡Sólo te queda un kilómetro para tu sueño!". Y llegué. ¡Y entonces supe que sería capaz de lograr todo lo que me propusiera en mi vida!
¿Tiene un truco para resistir y acabar?
Sí: sólo me planteo los próximos 15 minutos. ¿Quién no puede correr 15 minutos? Cuando los completo, me regalo algo: un sorbo de agua, un trozo de barrita energética, algo de bebida isotónica... ¡Y a por los próximos 15 minutos!
Engañar a la mente, ¿no?
La clave es parcelar tus objetivos, fraccionarlos: de este modo, lo que parecería una montaña ¡se convierte en algo asequible! Así lo explico en mis cursos de iniciación a la bolsa y a los negocios: parcélate tus objetivos, y salta de un límite al siguiente... Siempre desplazar un poco más los límites:
¿es su filosofía vital?
Sí, y por eso llevo también tatuado el número pi en el brazo. El patrón de esta filosofía mía lo encuentro en el número pi: se le han hallado ya 206.000 millones de decimales..., ¡pero siempre aparece un decimal más allá, y otro, y otro...! Siempre hay otro límite.
¿Le va bien así en la bolsa?
Sí. En el pasado gané y perdí muchísimo dinero. Decidí abandonar aquella angustia, no vivir así. Hoy especulo dos horas al día, de 9 a 11 de la mañana: así gano lo suficiente para vivir, y libero tiempo para entrenarme y para mis viajes y aventuras deportivas. No está mal su vida... Soy amo de mi vida, dueño de mi tiempo.
¿Hay algo más importante?
Lo prefiero a la seguridad. Mucha gente me escribe diciéndome que querría hacer como yo... Por eso imparto cursos de bolsa. Yo ni juego ni invierto: sólo especulo. Y soy bueno en eso.
¿Cómo aprendió?
Desde niño me atrajo la bolsa, y cuando vi que en mis estudios empresariales no enseñaban nada de eso, los abandoné... y busqué mi objetivo: me plantaba cada mañana en la bolsa, a mirar, tomar nota, preguntar...
Un consejo para quien quiera hacerlo.
Estar dispuesto a comprar y vender rápido, con una pequeñísima ganancia... y con alguna pequeña pérdida. El error es pretender ganar mucho y no perder nunca nada: ¡acabas por arruinarte! En la vida es igual: hay que perder (de forma limitada), pues para ganar hay que estar dispuesto a perder algo.
Le veo cojear...
Regreso de la Transalpine Run, travesía de 300 kilómetros por los Alpes, con ascensiones acumuladas de 15.000 metros, pero lo peor son las bajadas: me torcí el tobillo...
¿En qué otras pruebas ha participado?
En cinco Ironman (en un día, 3,8 kilómetros nadando, 180 kilómetros en bicicleta y un maratón), en cuatro Marathon des Sables (correr por el Sáhara con tu sustento a cuestas), dos Titan (mountain bike), un Tour Everis (4.000 kilómetros en bicicleta en 23 días, Portugal-España-Italia)...
Estará entrenándose siempre...
A la semana nado 10 kilómetros, recorro 500 kilómetros en bici y corro otros cien.
¿Y qué dieta lleva?
Desayuno como un rey (hoy, macedonia de frutas, tortilla de atún, café con leche), como como un príncipe (pasta y carne) y ceno como un mendigo (ensalada).
¿Seguirá con su ritmo deportivo?
Sí, porque ahora me sigue muchísima gente, ¡tengo 100.000 visitas diarias en mi página web! Así que yo hoy ya no corro solo, voy arropado, me acompaña toda esa gente
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Pues a mi me parece que, mas que admirable, este hombre tiene serios problemas. Para empezar su trabajo como "day trader": no fabrica nada, no crea nada, no crea riqueza, no añade valor a nada; va a la bolsa, mueve dinero, después de moverlo, ha conseguido mas que el que tenía por pura especulación. No veo preocupación en él por las consecuencias de su trabajo. Personajes como este son los que nos han traido a la actual crisis económica. Puro neocon al estilo Ayn Rand. Un suicida en potencia con esa manía persecutoria con respecto a sus límites físicos. Me gusta este blog. ¿que pinta semejante personaje aquí? ¿que quiere decirnos? El mensaje tatuado en su pecho, el título de este artículo ¿no sabes donde están tus límites? entonces eres un irresponsable. No intentes arrastrarnos a tu abismo.
ResponEliminaHola Raúl,
ResponEliminagracias por hacer un comentario en el blog.
Siento que te hayas molestado tanto con esta entrada, no era mi intención cuando la colgué.
Hay algunas cosas que me gustan de este señor: me recordó cuando habla de que los límites se los pone uno mismo a Zumthor, cuando en "Thinking Architecture" dice que ningún profesor te preguntará en la escuela algo cuya respuesta sepa de antemano, que las preguntas debes hacértelas tu mismo. También me pareció muy interesante el plantearse pequeños retos (y darse a uno mismo pequeños premios al alcanzarlos), en unos estudios y una profesión tan a largo término.
Comparto contigo la poca simpatía con un tipo que no aporta nada a la sociedad, simplemente se favorece del sistema. Si alguien quiere escucharle está a veces en las tertulias de las mañanas de Manel Fuentes en Catalunya Radio.
Te animo a seguir comentando.
raul