dimecres, 10 de novembre del 2010

reHabitar


reHabitar blog  
Nos hemos acostumbrado tanto a los verbos rehabilitar, restaurar, renovar… y ahora al tan en boga reciclar, que leer un ReHabitar con el prefijo destacado sugiere ya de entrada otras intenciones, un nuevo enfoque. "Habitar de nuevo, volver a usar de la manera más simple, desinhibida y verdadera, con la seguridad de que los espacios, más que someterse a reformas, deben reformar el modo de usarse. Considerar habitar como un gesto amplio que contiene todos los usos de la arquitectura". Esto es lo que promueve el conjunto de exposiciones reunidas bajo el título ReHabitar,comisariadas por el Grupo de Investigación Habitar, del Departamento de Proyectos Arquitectónicos de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC). Sus componentes - Xavier Monteys, Magda Mària, Pere Fuertes, Roger Sauquet, Anna Puigjaner, Carles Marcos, Eduard Callís, con la colaboración de Carlos Fndz-Rovira, Martí Amargós y Óscar Linares-,han estudiado a fondo las posibilidades y necesidades del habitar contemporáneo, para después formular preguntas, elaborar propuestas, cuestionar la cotidianeidad, subvertir usos, estudiar antiguas tipologías, lanzar ideas… Para difundir estas propuestas, les han dado forma de episodios y exposiciones, a celebrar a lo largo de todo un año en la sala La Arquería de Nuevos Ministerios, en Madrid.

En el primer episodio explicaban qué significa ReHabitar,y especialmente qué sentido adquiere en el momento actual esta palabra. Se trata, ante todo, de aprovechar lo que tenemos tal como sugiere - dicen-el título del libro de cocina El Practicón. Tratado completo de cocina al alcance de todos y aprovechamiento de sobras. "En este sentido - señalan-, aprovechar las sobras en el campo de la edificación parece adquirir una relevancia innegable en un momento como el actual, en el que voces autorizadas proponen un sereno decrecimiento opuesto al descontrolado desarrollo que hemos visto en algunos casos en nuestro país". La primera exposición - definida como una muestra de arquitectura casi sin arquitectura, para poner el énfasis en las personas que la habitan-centró el actual estado de la cuestión: sobre-construcción de los últimos años, sesgo demagógico que adquiere un determinado discurso sostenible, tendencia a desechar lo viejo o lo ya existente, y cómo la presencia humana altera radicalmente los espacios, haciendo que adquieran todo su sentido.
Casa discontinua ¿Qué ocurre cuando necesitamos trabajar en casa sin que nos molesten? ¿Y si viene la abuela a pasar unos días? ¿Qué pasa cuando una madre de familia no consigue un espacio para ella en su propia casa? A estas cuestiones tan reales como cotidianas daba respuesta el segundo episodio de ReHabitar,con las Habitaciones Satélite.Una propuesta que permite que la vivienda crezca temporalmente gracias a una estancia aparte, situada dentro del mismo edificio, unos pisos más arriba o mas abajo. Un tipo de casa discontinua que, de hecho, ya existe para quien dispone de trastero en la cubierta o plaza de párking en el sótano. El grupo de investigación Habitar revisa ejemplos del pasado que pueden inspirar nuevas soluciones acordes con la realidad actual. Como las habitaciones con entrada propia desde el rellano, algunas equipadas con aseo y cocina, en viviendas del barrio de la Baixa Lisboa o de Charlottenburg Nord en Berlín; las antiguas dependencias de servicio concentradas en bajo-cubiertas o en plantas bajas como las chambres de bonnes en París o las maderooms de Londres; los trasteros en las azoteas que terminan realquilados como habitaciones independientes, véase las gambarras del País Vasco o los Kabinetts de algunas Siedlungs en Frankfurt; o el hotel de la Unité d´Habitation de Marsella, que ocupa toda una planta del bloque de viviendas.
Su investigación recoge, también, propuestas para acciones concretas, como la reforma de cinco bloques de viviendas en cinco ciudades españoles, sustituyendo alguna de sus plantas por este tipo de habitación independiente. Y hacen notar cómo la normativa debería ser compatible con todo ello.
Domesticar la calle ReHabitar Plantas Bajas y Domesticar la calle llenan de contenido los episodios tercero y cuarto (en estos momentos en exposición, hasta el 26 de diciembre). Sólo en el centro de Madrid, el 60% de los locales se encuentran desocupados. Resumiendo, la situación en muchos lugares es esta: los grandes centros comerciales han supuesto la reducción del pequeño comercio y la desocupación de muchas plantas bajas. Un efecto desertizador donde la calle pierde actividad, mantenimiento, vida y calidad, decayendo como espacio público de convivencia. Como propuesta, fórmulas mixtas para vivir y trabajar, donde el taller o el despacho profesional puede actuar beneficiosamente filtrando el contacto entre vivienda y calle. Así se insufla vida doméstica y actividad productiva a la escena urbana, transformándola y potenciando la identidad del vecindario. De nuevo la normativa va en muchas ocasiones contra la necesidad real. "Casa y calle no constituyen dos entidades separadas sino mitades indivisibles de una misma cosa - remarcan-.Las plantas bajas adquieren todo su protagonismo como mediadoras, por su situación fronteriza… Reclamamos calles concebidas como lugares y no solo como infraestructuras".
Pensar los balcones y terrados como habitaciones exteriores, disolver la hegemonía de la sala de estar, instalar la cocina en zonas de paso, convirtiéndola en centro de la vida doméstica, abrir segundas puertas que aporten flexibilidad y potencien nuevos usos… son abordados en los episodios por venir el próximo año. Iniciativas que pretenden mejorar las condiciones de habitabilidad en la propia vivienda pero también en su contexto público más próximo. http://rehabitar.blogspot.com/

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