Arturo Frediani Sarfatí
PROYECTO: Edificio de 12 viviendas de protección oficial, 12 plazas de aparcamiento y urbanización en la calle del Dr. Emili Masriera i Guardiola, Vilassar de Dalt (Barcelona)
SITUACIÓN: Calle del Dr. Emili Masriera i Guardiola num 5, Can Cabanyes/Can Sabater, Vilassar de Dalt (el Maresme, Barcelona)
FECHA PROYECTO: 2003-2006
FECHA TERMINACIÓN: Febrero del 2008
ARQUITECTO/S: Arturo Frediani Sarfatí
COLABORADORES: Toni Valverde, Jordi Colomer, Elisabet Prat
estructura: Gerardo Rodríguez, Static
APAREJADOR: Mercè Martin Valls
PROMOTOR/PROPIETARIO: Viserma
CONTRATISTA: Excover
EMPRESA CONSTRUCTORA: Excover
PRESUPUESTO TOTAL: 1349970 euros edificio + 80900 euros urbanización
SUPERFICIE CONSTRUIDA: 1420 m2
COSTO E.M. m2c: 950.70 euros/m2
FINANCIACIÓN: Pública
MEMORIA DESCRIPTIVA:
12 viviendas sociales en Vilassar de Dalt
(Low-cost Light housing).
En los edificios Nemausus de Nouvel, en Nimes, o en las propuestas de Lacaton/Vassal o Duncan Lewis para la Cité Maniféste de Mulhouse, vimos cómo, a través de un planteamiento sin prejuicios era posible superar las limitaciones con frecuencia presentes en el confort del hábitat que el arquitecto asume en beneficio de lo habitual o del estilo.
Estando el estilo, sea cual fuere, siempre presente en nuestra educación, los arquitectos no hemos sabido entender nuestro trabajo sin anteponer este pie forzado que nos hace seguir un guión paralelo y tantas veces autónomo de la propia acción arquitectónica.
El edificio de vivienda social en Vilassar de Dalt es un intento de traspasar varias barreras habituales en la vivienda social en España, uniendo un planteamiento constructivo radical por sus prestaciones y concepción a un programa de vivienda de unas medidas inhabituales en su tipo. Se parte, pues, de una inversión de los términos corrientes de la ecuación. No se satisface un programa de mínimos con un presupuesto dado. Se procura llegar al máximo de prestaciones, a la mejor vivienda posible a partir del mismo.
El proyecto surge de un análisis crítico al tipo, a la técnica y al modelo de implantación urbana. Se trabaja sin prejuicios compositivos desde la línea marcada por propias estrategias del proyecto. Ello produce una arquitectura voluntariamente desclasada, quizá difícil de asumir desde factores puro-mediáticos pero perfectamente esperable como estrategia para tiempos complicados.
Construir unas VPO en seco permite usar materiales de mayor calidad, cuya precisión y velocidad de puesta en obra compensan el gasto extraordinario. Más raro es encontrar viviendas atentas con el medio ambiente, de construcción totalmente reversible (estructura pre-montada, fachada ligera semicomponente, osatura baloon-frame metálica) y en las que el diseño se concentra en reducir el consumo energético de manera pasiva (12 cm aislamiento térmico efectivo, cubierta termo-solar horizontal de nueva patente).
El acceso a las viviendas a través de amplias pasarelas nos transporta quizá a propuestas para el espacio privado de tiempos pasados, cuando todavía no éramos conscientes del ahorro que suponía no tener que calentar ese 15% del edificio. Mesas y sillas, bicicletas y macetas. Pasarelas de corrala, espacios de relación, casi privados, abiertos hacia un jardín comunitario.
Pero seguramente nos costará recordar ejemplos recientes de vivienda social que se atrevan a discutir, dentro de las reglas del juego normativo, los estándares más conservadores hacia los que tácitamente suele encauzar el operador público.
Frente a viviendas concebidas desde su valor estándar de cambio, hemos optado por reivindicar ante un cliente receptivo (Ayuntamiento de Vilassar de Dalt) la amplitud, casi el lujo, en el valor de uso y disfrute del espacio. Si nos vemos con ánimos para sortear el escollo normativo-costumbrista podremos ofrecer en viviendas de 3 habitaciones un estar polivalente de mas de 40 m2 (el 50% de la superficie total) luminoso y abierto generosamente a las vistas, un racional cuarto de baño divisible en dos estancias con ventilación al exterior, además de una tercera habitación que verdaderamente pueda, llegado el caso, servir de comodín para las otras (despacho, bebé, trastero). Las aberturas de estos espacios del tamaño de un taller se convierten en una suerte de balcones al apartar sus aberturas correderas sobre el plano de la fachada.
Para las fachadas, EPDM. Caucho reforzado con fibra de poliéster. 20 años de garantía de fabricante. El mismo material con el que se fabrican, entre otros productos, las lanchas Zodiac. Nos permitimos incorporar en los planos verticales un material empleado en la construcción desde hace más de 150 años pero que hasta ahora se había usado exclusivamente en situaciones más comprometidas como la impermeabilización de cubiertas. Estanqueidad total con una enorme calidad y un precio irrisorio. Tanto que una eventual muda de la fachada resultaría casi tan sencilla como un cambio de vestuario y desde luego más rápida (48 horas) y económica que aplicar una capa de pintura a una fachada tradicional. El vulcanizado en caliente funde entre si las costuras de las 6 piezas que forman fachadas y cubierta eliminando cualquier discontinuidad del material.
Projecte exposat el 18/02/09:
*Jornada de conferències sobre noves propostes d'habitatge amb els arquitectesJoan Callís / Arturo Frediani / Emiliano López - Mónica Rivera.
Xavier Gracia.
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