Una jota revestida de zinc en Vallecas
LLÀTZER MOIX - 20/11/2010
132 Viviendas .estudio. entresitio
El ensanche de Vallecas tiene algo del Far West. Igual que ocurrió en Carabanchel y Sanchinarro, la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Madrid previó en Vallecas un crecimiento colosal. Se trataba allí de construir 26.000 nuevas viviendas, sobre una superficie similar a la de la ciudad de Cáceres, y para una población superior (100.000 habitantes). La crisis ha demorado los trabajos, y en este ensanche prevalece hoy cierta desolación. Pero flanqueando las vacías avenidas se alzan ya numerosos edificios. Muchos son de ladrillo, y no pocos, confiados a jóvenes arquitectos, lucen vivos colores bajo la insuperable inmensidad del cielo azul.
Intentar cualificar arquitectónicamente este ensanche al sudeste de la capital es tarea casi quimérica. Pero no imposible. Eso es lo que pensaron los hermanos Hurtado de Mendoza (María y José María) y César Jiménez de Tejada, integrantes del estudio. entresitio. Su pieza de 132 viviendas, que se han ido ocupando a lo largo de este año, presenta hechuras singulares. En lugar de un volumen compacto, propone una torre de 22 plantas y un bloque de ocho unidos por un cuerpo de tres. El edificio dibuja así una jota enorme, potente referencia visual en un barrio de alturas regulares, que esponja con su vacío central.
Esta morfología particular, caprichosa incluso, ha valido algunas críticas a sus autores. Pero también les ha animado a afinar su propuesta hasta extremos no siempre frecuentes en Vallecas. La composición de fachada recurre a cuatro tipos de ventanas, más un quinto tipo en cajón, cuya distribución parece aleatoria, sin serlo. Este repertorio permite darle movimiento, pese a su altura. También contribuye a dicho propósito el revestimiento de zinc del edificio, al que el sol arranca una variada gama de brillos pizarrosos, propiciando su elegancia austera, algo atacada por el zócalo con mucho alicatado blanco en planta baja. Detalles aparte, he aquí un edificio audaz, que se aleja con brío de lo anodino y de lo gritón, dos rasgos corrientes en el inmenso Far West que rodea Madrid.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada